Por qué Nunca Deberías Cocer un Huevo con Otros Alimentos: Riesgos para la Salud

Aunque cocer un huevo parezca una tarea sencilla, es crucial tener cuidado, ya que podría resultar en enfermedades inadvertidas.

Preparar huevos duros es una práctica común en muchas cocinas, sin embargo, cocinarlos junto con otros alimentos puede acarrear serias consecuencias para la salud.

¿Por qué? Resulta que los huevos, al ser puestos por las gallinas, a menudo salen sucios, cubiertos con heces del ave. Aunque se limpien, algunas veces la suciedad permanece adherida a la cáscara. Esta suciedad puede convertirse en un foco de infección.

Es por esto que nunca se deben cocer huevos junto con papas, zanahorias u otros alimentos destinados a ser cocinados juntos.

Un error común, especialmente entre jóvenes que viven solos, es colocar los huevos en una olla para que se cocinen. Esta práctica también es desaconsejable.

Ante esta información, muchos podrían considerar lavar los huevos antes de cocerlos. Sin embargo, esto también es una mala idea. Lavando los huevos no reduce el riesgo de contaminación, sino que puede aumentarlo.

Es preferible incluso cocer los huevos con la cáscara sucia que lavarlos antes, ya que los huevos tienen una capa delgada que los impermeabiliza, impidiendo que los gérmenes penetren en su interior. Al lavar la cáscara con agua fría, esta capa puede eliminarse, permitiendo que las bacterias, como la salmonela, ingresen.

La forma correcta de limpiar un huevo es sumergirlo en agua tibia y frotarlo suavemente con las manos, sin usar jabón. Además, es importante desechar la caja en la que vienen los huevos y colocarlos en una canasta.

Para cocer correctamente un huevo duro, es recomendable usar huevos que no sean completamente frescos, sino que tengan unos días de antigüedad, lo que facilitará pelarlos. Además, se deben sacar directamente del refrigerador para cocinarlos, ya que el choque térmico ayudará a una mejor cocción.

Es preferible poner los huevos en agua hirviendo en lugar de en agua fría, ya que esto permite un mejor control del tiempo de cocción y un resultado más consistente. Se recomienda cocinar los huevos durante aproximadamente 10 minutos, luego sacarlos y enfriarlos en agua con hielo para facilitar el pelado.