Socotra: Un refugio paradisiaco y Patrimonio de la Humanidad

Socotra es una isla yemení ubicada a 240 kilómetros del Cuerno de África y a 380 kilómetros al sur de la península arábiga en el océano Índico. Este enclave paradisíaco, compuesto por cuatro islas, tiene una extensión de 3.600 kilómetros cuadrados y ofrece un destino seguro y estable, a pesar del conflicto que afecta a Yemen desde hace años.

Con más de 300 especies de plantas raras, la isla es famosa por el árbol de sangre del dragón, una especie en peligro debido al cambio climático. La población local se esfuerza por conservar y replantar estos árboles, utilizando energía limpia proporcionada por la Fundación Khalifa para la preservación del medio ambiente.

Curiosidades sobre Socotra

La población local habla un idioma propio, derivado de las lenguas semíticas, que enseñan a los niños junto con el árabe. La principal actividad económica es la pesca, con unos 10,000 pescadores que capturan alrededor de 200 toneladas de pescado al año. La Fundación Khalifa ha apoyado a los pescadores con botes y ha establecido una fábrica de embalaje de pescado para la exportación.

En la isla hay un único hospital, equipado con tecnología moderna y servicios de urgencias, cuidados intensivos y atención a mujeres y neonatos, que sirve a una población de aproximadamente 80,000 personas.

Un tesoro biológico

El archipiélago de Socotra es un ejemplo excepcional de diversidad biológica, resultado de su largo aislamiento geológico combinado con condiciones extremas de calor y sequía. Este aislamiento ha generado una flora y fauna únicas, con 300 de sus 800 especies de plantas, el 90% de sus reptiles y casi todos sus caracoles siendo endémicos. La flora de Socotra es considerada una de las diez más amenazadas del mundo.

Entre las formaciones vegetales más impresionantes se encuentran el árbol de pepino (Dendrosicyos socotrana), la rosa del desierto (Adenium obesum subsp. socotranum) y Euphorbia arbuscula en los acantilados. En las montañas, domina la dragonera de Socotra o árbol de la sangre del dragón (Dracaena cinnabari), cuya resina se ha usado como tinte desde la antigüedad. También se puede encontrar la Dorstenia gigas, una especie de Moraceae.

En julio de 2008, la Unesco reconoció a Socotra como Patrimonio Natural de la Humanidad, destacando su valor y la necesidad de conservar este tesoro biológico.