El Ramadán: La guerra en Gaza aflige a los palestinos.

A pocos días del inicio del mes sagrado del Ramadán, las calles del casco antiguo de Jerusalén Oriental se sienten más desoladas de lo habitual. A diferencia de años anteriores, las luces festivas de Ramadán no adornan las estrechas callejuelas. El ambiente es sombrío, cargado de incertidumbre sobre el desarrollo del mes sagrado de ayuno y oración.

Este año, «no sentimos el Ramadán», expresa Um Ammar mientras transita por la calle Al-Wad, una de las principales arterias de la ciudad antigua. La guerra en Gaza ocupa nuestras mentes. Según el Ministerio de Sanidad, dirigido por Hamás, organización catalogada como terrorista por Alemania, la UE y EE. UU., al menos 31.000 personas han perdido la vida en el enclave, y las organizaciones humanitarias advierten sobre una inminente hambruna.

«¿Cómo podemos celebrar el Ramadán mientras enfrentamos esta realidad? Esto no es Ramadán, parece un duelo para ofrecer condolencias», afirma Um Ammar.

Otros residentes comparten sus sentimientos. Hashem Taha, propietario de una tienda de especias en la calle Al-Wad, comparte: «Jerusalén está sumida en la tristeza. La gente de Gaza es nuestra familia, y nos afecta profundamente lo que está sucediendo allí».

A lo largo de los años, los comerciantes y residentes del barrio han experimentado tensiones y violencia entre la policía fronteriza israelí y los palestinos. Sin embargo, la mayoría espera que la calma relativa prevalezca durante este Ramadán.

La guerra en Gaza, que estalló después de que militantes de Hamás mataran a 1.200 personas en el sur de Israel y tomaran más de 240 rehenes el 7 de octubre de 2023, ensombrece el Ramadán este año. El mes sagrado comienza con la aparición de la luna creciente, probablemente el 10 o 11 de marzo.

El punto focal de la tensión es la mezquita de Al-Aqsa. Durante el Ramadán, cientos de miles de musulmanes se congregan allí para rezar. Los intentos de Israel de imponer restricciones de edad a los palestinos que acceden al lugar han generado enfrentamientos con las fuerzas policiales.

Aún no está claro si los palestinos de la Cisjordania ocupada podrán ingresar a Jerusalén. La semana pasada, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, instó a los palestinos de Cisjordania ocupada a dirigirse a la mezquita de Al Aqsa el primer día del Ramadán.

El Gobierno israelí anunció que no impondrá nuevas restricciones por el momento. Esta decisión fue bien recibida por los líderes religiosos, que destacaron la importancia de abrir las puertas de Al-Aqsa a todos los visitantes sin restricciones de edad.

El inicio del Ramadán también marca una especie de fecha límite para los esfuerzos de mediación para lograr un nuevo acuerdo sobre los rehenes y un alto el fuego temporal entre Israel y Hamás. Sin embargo, aún no se ha llegado a un acuerdo.

Nour Al-Muzaini, desplazado en Gaza desde hace seis meses, comparte: «El Ramadán es un mes de misericordia y perdón, pero es difícil observarlo cuando has sido desplazado».

Si no se alcanza un nuevo acuerdo sobre los rehenes, Israel ha anunciado que ampliará su operación terrestre a Rafah, donde se estima que 1,4 millones de palestinos desplazados buscan refugio actualmente. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado la determinación de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) de operar contra los batallones de Hamás en toda la Franja de Gaza, incluido Rafah.