Presencia de Hezbolá en Chile y Bolivia: ¿Amenaza Real o Especulación?

La presencia de Hezbolá en Chile y Bolivia es un tema que ha sido objeto de debate y preocupación en los últimos años. La ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, alertó sobre la existencia de células de Hezbolá en la Triple Frontera de Brasil, Paraguay y Argentina, y mencionó la presencia de integrantes de esta milicia en Chile y Bolivia.

El politólogo Emanuele Ottolenghi, de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington, afirma que la presencia de Hezbolá en ambos países está documentada. En Chile, Ottolenghi señala que las redes de Hezbolá se han beneficiado del creciente narcotráfico, utilizando posiblemente estas actividades para el blanqueo de dinero. Esta presencia no es reciente, ya que se mencionó hace dos décadas con las primeras sanciones estadounidenses contra Hezbolá en América Latina.

En cuanto a Bolivia, Ottolenghi destaca el acuerdo de cooperación militar estratégico firmado entre Bolivia e Irán el año pasado, cuyos detalles se mantienen en secreto. También señala una historia de casi dos décadas de existencia y fortalecimiento de las redes de Irán y Hezbolá en Bolivia, con una presencia poderosa de representantes iraníes y actividades en diversas áreas como la educación y la seguridad.

Juan Félix Marteau, director del Centro sobre Seguridad Hemisférica, Terrorismo y Criminalidad Financiera de la Universidad de Buenos Aires, resalta los lazos entre Bolivia e Irán, así como la capacidad de los bolivianos de ingresar y residir en Argentina sin necesidad de acreditar documentos, lo que podría ser aprovechado por Irán para penetrar en la comunidad argentina.

¿Representa esto una amenaza real? Ottolenghi advierte que la posibilidad existe, especialmente debido a la estructura de apoyo, la porosidad de las fronteras y la falta de conocimiento de la amenaza en muchos gobiernos de la región.

En resumen, aunque la presencia de Hezbolá en Chile y Bolivia está documentada y existen preocupaciones sobre posibles actividades terroristas, la evaluación de la amenaza y la adopción de medidas adecuadas para contrarrestarla siguen siendo desafíos importantes para los países de la región.