Tras los incendios en Viña del Mar, Jardín Botánico deja un vacío significativo en el pulmón verde de la ciudad.

La zona ha sufrido incendios en 2013, 2018, 2022 y 2024. El último devastó el 90% del área quemada, llevándose consigo más de 1.300 especies de flora.

El incendio en Valparaíso, calificado como una de las peores tragedias en años, arrasó el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar y se cobró cuatro vidas, incluida Patricia Araya, empleada del parque, y tres familiares, entre ellos dos niños.

Devoró más del 90% del terreno y más de 1.300 especies de flora, incluyendo 32 colecciones botánicas, como el Jardín Selva Valdiviana y el Jardín Rapa Nui, que había logrado la reproducción del árbol toromiro, extinto en su hábitat natural en Rapa Nui.

Aunque se resguardaron algunos retoños del árbol milenario, se perdieron secuoyas, araucarias, palmeras y ceibos. La conservación de especies se vuelve crucial, ya que muchas enfrentan amenazas.

Se lamentó la pérdida de especies menores, pero algunos animales sobrevivieron. Expertos como Michel De L’Herbe señalan que el incendio pudo ser mitigado mejor con recursos y cambios en la gestión de emergencias.

Los incendios son más frecuentes y devastadores debido al cambio climático, afectando el medio ambiente, la biodiversidad y las comunidades cercanas.

El Jardín, creado en 1917, está en reconstrucción. Para ayudar a los afectados, se pueden realizar donaciones a la Fundación Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar